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Macrobiótica Zen

Dice Ohsawa en este libro que la Filosofía Oriental nos enseña los medios para alcanzar la felicidad a todos los niveles: individual, familiar y social.Toda la filosofía de Oriente consiste en enseñar la constitución del Universo infinito -también llamado el reino de los cielos-, buscado bajo los nombres de budismo, hinduismo, judaísmo, cristianismo, islamismo, taoísmo, sintoísmo, etc. El único fin de estas religiones es el de enseñar al hombre a ganar por sí mismo la paz, la felicidad, la libertad y la salud.[su_spacer size=»10″]El principio de estas religiones es dialéctico, paradojal y complejo -dice-, pero lo he simplificado de tal manera como para ser comprendido por todos y aplicado a cualquier circunstancia.Todas las religiones insisten sobre la importancia de una alimentación correcta. Las religiones tienen, en su casi totalidad, reglas estrictas en el ámbito alimentario. Sin observar estas reglas nos es imposible desarrollar nuestra comprensión suprema, y por consiguiente, ser fieles a una religión. Los teólogos y clero occidentales parecen desconocer este hecho. En el Budismo y, en particular, en el Budismo Zen, las reglas dietéticas son severas. Se publican en occidente numerosas obras sobre Budismo Zen y la Filosofía Hindú, pero ninguna de ellas ofrece una explicación completa sobre la importancia y superioridad de ese principio básico. Esa es la razón por la cual la filosofía vedanta del taoísmo, del budismo, etc., no puede ser bien comprendida por Occidente.[su_spacer size=»10″]De hecho, si todas las religiones han perdido su autoridad, es por causa del desprecio o ignorancia por esas ideas fundamentales. Y esa es la razón por la cual desaparecen del mundo la paz, la libertad, la salud y la felicidad.El primer paso en la vía de la recuperación consiste en estudiar la alimentación oriental, base de la salud y de la vida venturosa, considerada en el Japón como el arte divino de la vida. Los verdaderos chefs de cocina japonesa y china preparan platos que no solamente son exquisitos para los que no tienen arruinadas las papilas gustativas debido al alcohol o los fuertes condimentos, sino capaces de cimentar la salud y luego la felicidad, conforme a los principios de la Macrobiótica.

La Filosofía de la Medicina de Extremo Oriente.

El empirismo domina la ciencia moderna y, en consecuencia, todo el pensamiento de occidente. Ahí está la causa fundamental de la gigantesca mecanización de la civilización occidental y de su carencia de espiritualidad. El mundo relativo (y todo lo que en éste se encuentra) es limitado, finito, efímero, transitorio, encuadrado en el tiempo y en el espacio.[su_spacer size=»10″]Comprendiendo que este mundo finito, limitado, transitorio e ilusorio es «el mundo irreal» y el mundo infinito, ilimitado y eterno «el mundo real», se deduce que todas las leyes de este mundo relativo son «irreales», como brillantes falsos. Ohsawa nos propone descubrir nuevamente la espiritualidad, que no es para nada enemiga de la materialidad, sino por el contrario, complemento indispensable una de otra, como el frente y el dorso, el comienzo y el fin. Desarrolla lo que denomina Ley de la Naturaleza o Principio Único o Lógica Universal o Dialéctica Práctica o Compás Universal: la espiral logarítmica que es a su vez el origen del hombre y del universo. Partiendo del infinito, la vía por los dos polos yin y yang, la energía, las partículas subatómicas, los elementos (tierra) y los vegetales hasta llegar al hombre. El hombre es el final de la vía.Partiendo del hombre hay también un camino único, derecho al infinito. Es decir que nuestro centro, que piensa, que recuerda, que comprende y ordena, es el mismo infinito y no otra cosa. [su_spacer size=»10″]Si el hombre no está sano o no es feliz es porque ha eclipsado su suprema facultad de juicio. Por eso es extremadamente difícil curar a un enfermo, antes debemos enseñarle a ser un hombre libre, cómo aclarar su propio juicio supremo, sin instrumento alguno y esto con toda la fuerza de su corazón y su voluntad más profunda.Las gradaciones de la medicina se desarrollan en el orden siguiente: 1) medicina sintomática, 2) medicina profiláctica, 3) el arte de la salud, 4) el arte del rejuvenecimiento y la longevidad (medicina macrobiótica), 5) medicina social, 6) medicina filosófica y 7) medicina suprema. Dice Ohsawa que la medicina de Extremo Oriente es la séptima según esa clasificación, llamada el Principio Unico, que es la matriz de la filosofía de todas las grandes religiones, de toda la ciencia y de toda la técnica de Extremo Oriente. [su_spacer size=»10″]Esta ciencia no ataca los síntomas, sino que se ocupa del origen de la enfermedad. Y como la causa de toda enfermedad, y de todas las desgracias del hombre derivan de la incapacidad mencionada en la facultad suprema del juicio, la medicina debe ser más bien filosófica y educativa que curativa. Para esta medicina la enfermedad constituye la mejor oportunidad para aprender.

El libro de la Vida Macrobiótica

con un Método de EducaciónElibro de la vida macrobiotica

 

Muchos son los que buscan la verdad por el mundo. Pero pocos los que la enseñan y, aún entre estos últimos, muchos están equivocados. Existen conocimientos incomprensibles, místicos, imperceptibles para la gente o inútiles para la vida práctica. Georges Ohsawa fue el que habló de la felicidad eterna, de la libertad infinita y de la justicia absoluta. No sólo habló sino que enseñó su método práctico aplicable a la vida moderna, y así fue como produjo tantos practicantes en toda Europa, Estados Unidos, América Latina y países de Extremo Oriente. [su_spacer size=»10″]El punto de partida de esta revolución es el establecimiento de la salud individual por la alimentación cotidiana, y Ohsawa denominó ese método práctico «La Macrobiótica». En su primera parte este libro explica qué es la Macrobiótica y cómo practicarla. La segunda parte, escrita por Ohsawa en el año 1966, poco antes de su muerte, constituye el informe sobre el Método de Educación, que fue experimentado no solamente en Japón, sino en el mundo entero, por más de 56 años. Aquí Ohsawa compara la educación occidental, basada en el juicio sensorio del hombre y cuya finalidad -dice- es la conquista de la naturaleza, con la proveniente de Extremo Oriente que, desde el principio, hace 5000 años, era profundamente espiritual y enseñaba que la adaptación a la naturaleza era el camino para llegar al juicio supremo. [su_spacer size=»10″]Ohsawa propone un método de educación para la vida cotidiana que logra la paz profunda empezando por los individuos y siguiendo por las familias, los países y el mundo entero. Es el método macrobiótico de paz para todos, no importa cuándo ni dónde. Es la educación fisiológica y biológica milenaria de Extremo Oriente, que propone como único camino para evadir la desdicha y lograr la verdadera realización de la humanidad. [su_spacer size=»10″] Este volumen incluye dos importantes obras de George Ohsawa: El libro de la Vida Macrobiótica, escrito en 1937 y la Educación de la Voluntad, producido en 1966, poco antes de su muerte. A pesar de los casi 30 años transcurridos entre uno y otro escrito, el lector constatará entre ellos una gran coherencia pues, como toda la obra de Ohsawa, parten de los mismos principios filosóficos.

El orden del universoEl orden del Universo

Este libro que contiene cinco obras cortas de Georges Ohsawa. En El orden del Universo que explica la relación entre el mundo finito y el infinito explayándose sobre las tres etapas de la vida: la expansión infinita (el mundo sin comienzo ni fin); la espiral (polarización de yin y yang), es decir, el mundo de los seres inorgánicos y los seres orgánicos (aparición de los seres vivientes), el mundo de la vida. Fundado en dicha concepción, desarrolla varios temas: qué es la vida, qué es el progreso, qué es la justicia, el tiempo y el espacio, el misterio del electrón, el primer y segundo principio de la termodinámica, la dialéctica de Hegel y otros.[su_spacer size=»10″]El Crimen de Luis Pasteur es una obra que señala el reverso de la medalla y una conclusión ineludible, base de toda la ciencia macrobiótica, que tarde o temprano comprenderá la ciencia médica moderna: que atacando los microbios se puede posponer una manifestación enfermiza y posibilitar la supresión de un síntoma, pero siempre a un costo que se deberá pagar más adelante con otro mal mayor. La ciencia médica debe, ante todo, abocarse al estudio del origen de la enfermedad y a su prevención. Y ante cualquier problema debe buscar la manera de restablecer el equilibrio perdido, buscando remedio en las leyes de la naturaleza, quebradas por el enfermo. El microbio no causa la enfermedad. Sólo falta evidencia científica de que su misión tiene un objeto benéfico.[su_spacer size=»10″]La Infancia de Benjamín Franklin: Ofrece el ejemplo profundo de una vida dedicada a la búsqueda del equilibrio entre el hombre y su entorno, entre el materialismo y lo espiritual. [su_spacer size=»10″]La Filosofía y Ciencia de Extremo Oriente: Es un rescate e interpretación de la antigua filosofía oriental de todas las deformaciones sufridas en su propio ambiente que la hicieron desmerecer ante el espíritu eminentemente práctico de la civilización occidental. Fundamentalmente la antigua filosofía oriental señalaba la necesidad de una buena formación fisiológica del individuo. Todas las filosofías han intentado explicar la conducta errática de la mente humana, sin explicar su origen. [su_spacer size=»10″]La Anguila Nos Enseña el Principio Unico: En este trabajo Ohsawa cuenta lo mucho que se puede aprender de la anguila. Nacida de un huevo en las profundidades marinas (el lugar más yang del mundo) la minúscula anguila realiza un viaje de miles de km. que le toma de uno a dos años. Así, con forma de larva similar a una pequeña hoja de sauce transparente, llega a la desembocadura de un río que comienza a remontar y donde se nutre por primera vez, adquiriendo un color verde azulado. En su recorrido atraviesa todo tipo de obstáculos, sean éstos furiosos torrentes o paredes rocosas. Se la encuentra en montañas a 2.000 m. de altura. Las dificultades del hombre no son nada comparadas a las de la anguila, de la que se dice que puede vivir de 30 a 50 años. La anguila que ha remontado el río tiene un cuerpo esbelto y una agilidad espléndida. Su vigor físico, su salud, su vivacidad, su ágil cuerpo, son el recuerdo, la memoria, el resultado de su larga y perseverante lucha. El hombre no debe considerar a los obstáculos como enemigos. Por el contrario, con todo su corazón, les debe estar profundamente agradecido.

El libro del judoEl libro del judo

En los primeros capítulos Ohsawa nos plantea qué es el Judo: El Judo no es para nada un deporte, ni un arte de dominar o matar a otro por el empleo de la fuerza como el box, la lucha o las armas. No está fundado en una ventaja muscular, de peso o de destreza: eso sería de un orden similar a la superioridad de un ave o un pez. El Judo es un método de perfeccionamiento de la personalidad de cada individuo que nos enseña a vivir, es decir:

  1. El respeto hacia todos y sobre todo por los que nos atacan por la fuerza o por otros medios porque son los que nos dan lecciones prácticas, permitiéndonos conocer nuestras faltas y defectos.
  2. La hegemonía de la suavidad y del silencio que cubren la profunda solidez de la constitución y personalidad.
  3. La adaptabilidad, intuición, instinto y voluntad, a través de movimientos prácticos y rápidos, que necesitan juicio y raciocinio y acción instantánea.
  4. El desarrollo de una concepción del mundo y del universo, del orden del universo, de su constitución dialéctica, base de la estrategia de paz para establecer la sociedad de un pueblo libre.

[su_spacer size=»10″]El Judo es un método para aprender cómo vivir sin temor ni lucha alguna, una vida muy feliz para siempre. El temor es la mentalidad de los que ya se dan por vencidos. La lucha es el desconocimiento de la felicidad. Y es por eso que la victoria es un palíndromo: está siempre acompañada por su opuesto, la derrota.[su_spacer size=»10″]El Judo es algo más grande que un arte. Es una medicina, una religión gimnástica y filosófica o, por decirlo de otra forma, es un deporte religioso y también una filosofía y una dialéctica práctica. Es una experimentación física del Principio Unificador de Extremo Oriente: el Orden del Universo.El Judo no es para nada un arte de ataque, se prohibe toda resistencia, así como esconderse y huir. Pero no es para nada insoportable. Es apasionante pues es una técnica muy práctica. Es un arte pasivo que permite recibir golpes sin arriesgar la vida, sabiendo que no existe un solo enemigo en este mundo; que cualquiera puede convertirse en un buen amigo y que nuestros enemigos son nuestros maestros respetados, pues nos permiten descubrir las propias imperfecciones fisiológicas y filosóficas. Nos obligan a rectificar y a perfeccionar nuestra concepción del mundo. [su_spacer size=»10″]El Judo nos permite hacer del más débil, más ignorante, más primitivo, el más fuerte, más sabio y más civilizado.La meta de la escuela de Judo es la de ofrecer, hacer percibir y comprender el Principio Unificador de la vida, el compás que indica la buena orientación hacia la paz-felicidad, la inmediata libertad-salud, en cualquier lado y momento, con sólo practicar un método físico y fisiológico. El Judo es como una verdadera medicina que buscando establecer la paz fisiológica individual y social, un estado de salud perfecta, suprimirá la necesidad de toda medicina convencional.»

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